miércoles, 11 de septiembre de 2013

Personas

La normalidad es una metáfora, como tal puede existir, ser cierta o incluso una herramienta útil a veces si está en buenas manos y al servicio de buenos propósitos. Como verdad objetiva es un cuento chino, una trampa suicida, incluso una vulgaridad. Imponer la normalidad como regla o como destino es planificar un viaje sin desconciertos, sin confusión, sin sobresaltos,... pero a la vez un viaje mucho más pobre y menos memorable, sin sorpresas, sin asombro ni admiración. ¿Quién querría un mundo normal? ¿Quién querría una historia sin Vulcano, sin la diosa Fortuna, sin Cervantes, sin Lewis Carroll, sin Cervantes, sin Dostoevsky, sin Hellen Keller, Stephen  Hawkin, sin Tutankamón, sin Van Gogh,...?


Porque en nuestra Casa nos gustan las diferencias, lo improbable y no nos negamos a la incertidumbre de lo "extraño", y  porque no acaba de sonarnos bien eso de "normalizar la diversidad" hemos creado un tablero de pinterest para celebrarlo y recordarnos que las diferencias nos hacen mejores y más libres.

Nuestro álbum de fotos seguirá creciendo, te invitamos a seguirlo.


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